embravecido
en la marea oscura
de mis labios.
Te he bordado de pétalos
caídos
la singladuras dulces
de tu cuerpo.
Y he tejido de sal
a puro beso
el mapa de tu goce
arrebatado,
la quietud de tu amor
brusco y helado,
tu gemido glacial
de acero y vida,
tu palacio de espumas
incendiadas.
Y es que subes, amor,
hasta tu cumbre,
hasta el temblor y el ala
de tus muslos.
Y es el vuelo,
y el aire
en oleajes
y es el alma por fin
atravesada,
y mi boca y la luz
que te rebosa
de puñales la piel
y que te siembra
los párpados
de ausencias,
y de espejos
callados
y de estío.
Hola soy Natalia...curso de verano del 2010?...Es un poema muy hermoso y sensual.
ResponderEliminarMe gustaría saber de quién es.
Mío. Si no digo de quién es, es que es mío, siempre.
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