Luz de la soledad, flor de silencio
trenzadas en palabras sigilosas
ámbar de espesa miel
limpia caricia
de instantes afilados como espadas
Por el perfil callado de los párrafos
que recortan la tarde se destaca
un jinete de paso dulce y tenue
Tiene la sangre llena de sonidos
calladamente palpitantes
espaciosos
densos
vivos
Y en cada estrella una marea suave
de miradas se empapa
y se desprende
qué crecida de lágrimas ausentes
qué ironía curiosa
de luna
lánguidamente malherida
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