lunes, 8 de julio de 2024

Memoria dulce de ti

No querrás que este aire se deshaga,

se desnude de luz y de silencio,

y deje todo el resplandor caído 

en la sombra delgada del deseo.


No tendrás el olvido entre los labios,

mojados, como el tiempo, por los besos

cuidadosos y leves de esta lluvia,

resbalada en la piel de los recuerdos.


No pondré más quietud que este susurro

que desliza una voz anochecida

por la espalda suave de tu ausencia.


Y dejaré la sal, y el mar, y la distancia,

y la sangre que sueña tu mirada,

y la menuda voz con que me amaste.



sábado, 6 de enero de 2024

Via Júlia

Ahora bastaba
un te espero esta noche, dame un beso,
un saludo de aroma de costumbre,
sin palabras de sobra, ni recuerdos
que arañen la piel, y la memoria.

Ahora me pierdo en el deseo,
que navega en el cielo, como un astro
al amor del perfume: luna y viento,
noche y vacío, sal de sombra.

Te recuerdo y la boca me parece
que busca por tu lengua
las amadas palabras 
ahogadas en el beso más hermoso.

Via Júlia: un metro, y luego otro.
Por fin llegaste. Y tus labios
sellaron el instante y el abrazo.

viernes, 30 de junio de 2023

Maga, me querés aún

Y fue hermoso que tus ojos dibujaran el perfil preciso y engalanado del horizonte, que pusieran los discos oscuros de tus amaneceres en la fragancia antigua de mis ojos que te miraban como desde detrás del tiempo y de las caricias que el aire dibujaba delicadamente. El viento, saliendo de la oscuridad más silenciosa, queriendo abrazarte con sus brazos de agua, sus manos vaporosas, sus dedos de recuerdo y de olvido.

Y entonces fue el verso, que iba tejiendo en torno a vos las redes, iba prendiendo dentro de tus pupilas la candela antigua del amor, ese pez que nada y lo atrapás con la mano y se escurre y se resbala y emprende su huida vivaz por el río del tiempo, su plateada estela de reflejos evocados.

Recordá, Maga, porque para vos la memoria es como un espacio frágil, un cesto de mimbres destrabados. Y tenés que recordar, tenés que sentir tu mano en las mías, esa manera de decirte que no será ya nunca el beso, que no me dibujarás con tu sonrisa la manera como mis labios ansiarán desposarte a vos la boca. Y sin embargo veo, recordás, veo que reposa, que tu mano duerme en las mías, que vos sonreís y decís adiós pero tu mano me decía hola y no te vayas, vení conmigo, vení de mi lado porque son las noches como profundas simas de agua negra y es tu mano la que enciende una luz, la que prende chispitas de deseo que me llenan de agua fresca la boca. Vení porque dormir en tus brazos es como acunar las pesadillas antiguas, es como que me encendés la luz para volver a beber a oscuras, con los pies descalzos sobre el piso frío de la cocina.

Y entonces, Maga, si eres niña para vos y para mí, si reino en el deseo de volver allá donde los sueños y los juegos esparcen como una melodía de tiovivo, un dar vueltas que no para nunca, entonces, en ese entonces soy dichoso y es lindo escribir y es lindo volver a verte aun con los ojos silenciosos del recuerdo. Y es hermoso amarte y tener toda la vida por delante para dar vueltas con vos subidos al caballito de los versos y las cartas, de las miradas y los besos besados. Esos besos que llueven de tu boca como relámpagos de olas amarillas y rojas, como que me besás desde más allá, pero viniendo acá, acá para siempre, Maga, para todos los latidos y los despertares que nos quedan de amarnos.

lunes, 24 de febrero de 2020

Otra manera de comunicar

He comenzado una aventura en un canal de vídeos. Hasta ayer solo había publicado audios con recitaciones de poesía y pequeñas explicaciones combinadas. Ahora tenéis disponibles, junto a esos audios, alguna tentativa de contenido nuevo.

Espero que vuestra amabilidad me ayudará a confiar en que prestaréis tanta atención y cariño a la nueva empresa como la que obtenía de vosotros, inmerecidamente, en este espacio tan variado.

Probablemente, aprovecharé materiales de este y otros blogs para darles nueva vida y aliento. De hecho, alguno de los poemas ya ha vuelto a volar con alas hechas de voz. Basta con que miréis en las listas del canal.

Gracias a todos. No es que descarte volver a publicar aquí nuevos apuntes. Dependerá de razones y ánimos que ahora, sinceramente, no soy capaz de calcular. En todo caso, este blog sigue ofreciendo todo lo que en él vio la luz por vez primera. Y así debe ser.

sábado, 18 de enero de 2020

Luz, acurrucada

He dejado la luz
acurrucada, como un junco,
a tus pies imaginados.
Y extiendo, sabes que sí,
el instante por la piel de la memoria.
Rodeo las cicatrices,
las quemaduras, testigos
de tus manos silentes,
y tu boca. Y es exacta
la sensación, el espacio
que abren en mí tus ojos
hermosos, recordados.

lunes, 14 de enero de 2019

Reo de muerte

Son apenas algunos instantes de silencio.
Enseguida las voces, crueles y arrogantes,
escupirán los insultos y los terribles ultrajes,
los esperados insultos y ultrajes de costumbre.
Pero al menos hay cierta grandeza y respeto,
un extraño respeto, mientras miran y aún callan.
Y el patíbulo espera, ajeno, insensible,
todavía un tanto lejano. Él sabrá devolverte
la dignidad, oscura y sencilla, del silencio. 

miércoles, 24 de octubre de 2018

A la vera


A la vera del agua
tu cuerpo es cielo
de la estrella que tiembla
por mis adentros.

Y en los labios se nubla
todo el silencio
por la sangre dormida
del ancho beso.

Es promesa de lluvia,
sal y misterio,
oleaje y crisálida,
lengua y acento.

Tienes pura la boca,
llena de sueño
y un enjambre de sombra,
y dulce hielo.

Y en el alma despunta
todo el deseo.

jueves, 11 de octubre de 2018

Sangre malherida

Me he dejado la sangre malherida
de claveles cortados y de espejos;
llevo sal en la boca: desde lejos
han ganado tus labios la partida.

No es nacer ni morir ni es ya la vida
lo que anhela mi voz, solo reflejos
de tus besos de sombra y los cortejos
de gemido y de muerte renacida.

Y beber de tu piel evanescente,
de tu sueño de lluvia adolescente,
de la imagen borrosa de la nada.

Porque quiero dormir la noche helada,
la orfandad de la luz deshabitada,
el recuerdo de amar  tu olvido ausente.

sábado, 22 de septiembre de 2018

Pena de mí

Pena de mí, de mis silencios largos,
Pena del corazón callado como un pozo,
Pena que se desborda en eco y mimo,
Pena que da gloria y espacio abierto.
Te vi de pronto en la penumbra grácil
Y te enhebré palabras como agujas dulces
Te desperté de sangres apagadas, mudas,
Te convidé al azar de amaneceres densos.
Eres mi soledad, mi canto negro, mi lascivia,
Vives en la marea salvaje del deseo,
Eres cuerpo de sal, de lágrima y de boca,
Selva del alma mía, nube de santidad, amor
Constante más allá del tiempo y sus acantilados.

sábado, 25 de agosto de 2018

El mar que ocultas

El mar que ocultas en los labios
la sal prohibida que me escuece
dulce en la soledad de oscura espera.

El viento que se moja de caricias
la tempestad del pálpito que alumbra
vida y deseo, y la humedad herida.

El largo espacio en que me miras
el gemido y la sombra, la delicia
de tu cuerpo encumbrado en cien estrellas.