No mienten los deseos.
Solo rehuyen
el vacío creciente, los estragos
minuciosos del aire envejecido.
Llenas tu boca
del frenesí danzante que promete
calidez empapada;
extiendes por tus labios
el gemido de seda que rebosa
umbría claridad.
Y en tus oídos
tobogán de placer,
grito y silencio,
estribos desbocados.
Luego, suavemente me besas
y deslizas
en mi boca tu risa
mojada y complaciente.
Nunca podrá agotarse
este deseo,
la plenitud amarga,
la dulzura precisa de quererte.
Un poema muy emotivo con un final pleno de esperanza.
ResponderEliminarSaludos
Nunca podrá agotarse
ResponderEliminareste deseo ...
El deseo que exigente y que díficil es a veces de comprender , deseo que engendra pasión ,placer y dolor .
Un deseo que arde en lo más profundo de nuestro interior y en lo externo ....
Gracias por compartir sus poemas en su Diario personal y su poemario de amor y luz ...
Que su fuego interior brille en sus versos .
Rosna
Creo que eslo muy emotivo... haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...... es broma
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