He leído un voluntarioso post en que el famoso antropólogo Manuel Delgado trata de explicar por qué los comunistas catalanes deben sumarse al independentismo en alza. Y claro, he añadido un breve comentario que vale la pena reproducir aquí. Volvamos así a la política y que siga el juego. Lo copio en su tipografía original.
A lo mejor es que os hipnotizan las hoces dels Segadors y verdaderamente pensáis que es factible adelantar a la burguesía y hurtarle sus objetivos y su capacidad dirigente. La misma burguesía que se vendió, antes al cachazudo Primo de Rivera y luego al más resolutivo Franco, para aniquilar la CNT, el POUM, los partidos comunistas, el liberalismo republicano, y en definitiva, cualquier vestigio de progreso social. La misma burguesía que alzaba el brazo, educaba a sus hijos en castellano y recibía bajo palio al Caudillo en Montserrat, santuario ahora cubierto, curiosamente, de señeras rebeldes.
Ya digo. Enternecedor. Entre los desafíos del 15 M y de la independencia de Cataluña, sin duda que estamos asistiendo al nuevo amanecer de los comunistas catalanes, vanguardia del proletariado destinada a conformar todo movimiento, a señalar el horizonte prometido y a contarnos los cuentos de caperucita a la menor ocasión para seguir durmiendo tranquilos el sueño de la historia.
Me embarga la emoción. Podré morir tranquilo, pues he de ver la bandera roja ondear, en pocos años, en el Palau de la Generalitat.
Visca la terra...