sábado, 29 de diciembre de 2012

Reflejo

Tienes, mi amor, el vientre
embravecido
en la marea oscura 
de mis labios.
Te he bordado de pétalos 
caídos
la singladuras dulces 
de tu cuerpo.

Y he tejido de sal 
a puro beso
el mapa de tu goce 
arrebatado,
la quietud de tu amor
brusco y helado,
tu gemido glacial
de acero y vida,
tu palacio de espumas
incendiadas.

Y es que subes, amor,
hasta tu cumbre,
hasta el temblor y el ala
de tus muslos.
Y es el vuelo,
y el aire
en oleajes
y es el alma por fin
atravesada,
y mi boca y la luz
que te rebosa
de puñales la piel
y que te siembra 
los párpados
de ausencias,
y de espejos 
callados
y de estío.

2 comentarios:

  1. Hola soy Natalia...curso de verano del 2010?...Es un poema muy hermoso y sensual.
    Me gustaría saber de quién es.

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  2. Mío. Si no digo de quién es, es que es mío, siempre.

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