miércoles, 1 de septiembre de 2010

Luna herida

En mi boca mi amada
como la luna herida
la rojiza ambición de tu sexo
la lluvia
densa de gemidos
el agua oscura que mis ojos
sueñan y buscan
nube advenediza
de tu voz que galopa y se derrama
por la extensión suave del silencio

He bebido la luz entre tu labios
prisión del viento y la palabra
he entornado la muerte
acariciado el fin de los deseos
la oscuridad exhausta
el misterio cerrado de tus ojos

He amado tu cuerpo
soñado su presencia
y su figura
tu alma
me ha trepado esta noche
hasta el balcón prohibido del recuerdo
la sequedad sonora
de decir siempre
tu nombre siempre

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