En mi boca mi amada
como la luna herida
la rojiza ambición de tu sexo
la lluvia
densa de gemidos
el agua oscura que mis ojos
sueñan y buscan
nube advenediza
de tu voz que galopa y se derrama
por la extensión suave del silencio
He bebido la luz entre tu labios
prisión del viento y la palabra
he entornado la muerte
acariciado el fin de los deseos
la oscuridad exhausta
el misterio cerrado de tus ojos
He amado tu cuerpo
soñado su presencia
y su figura
tu alma
me ha trepado esta noche
hasta el balcón prohibido del recuerdo
la sequedad sonora
de decir siempre
tu nombre siempre
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