Sería tan hermoso
recordar cómo en mis labios
se abrió paso por fin
una palabra... Suave y húmeda,
llenó su cuerpo frágil
con la sutil materia,
la miel paciente de los besos.
Y ya, oscura suavidad de boca,
se volvió de repente
en luz sonora y firme,
en el destello mágico del verbo.
Se hizo voz de mi carne,
palabra de mi cuerpo,
aurora de sonrisa,
nombre para la querencia y el deseo.
Sí puedo recordar, en cambio,
(y es aún más hermoso)
cuántas veces se han muerto mis palabras
ahogadas
vencidas en el dulce mar del beso.
Cuántas alas han roto entre tus labios,
cómo, mojadas otras veces
en el silencio y el deseo,
han dejado ya apenas su silueta
sobre el papel desierto.
Y sin embargo, ¿sabes,
di, lo más hermoso?
Que dibujen por fin
en tus ojos
la caricia flexible
la miel eterna y leve de su vuelo.
Es un poema lleno de amor .
ResponderEliminarEl amor es sin lugar a dudas quién reina , es la inspiración divina hecha carne y sangre en aquél que sabe y siente amar , sin egoísmo , sin pensar en sí mismo ,dispuesto a dar la última gota de sangre por el ser que más adora .
Saludos desde la isla
Rosna
Sí, Rosna. Es un poema lleno de amor. Es eso lo que pretende transmitir. Y es todo un orgullo haberlo hecho hasta tu isla, lejana y, sin embargo, a veces aparentemente tan próxima, gracias a las palabras que se revelan capaces de transportar el amor
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