Quisiera verte
con los ojos que pone esta mañana
el deseo en mis dedos
y en mi boca.
Con los ojos del alma
aquella tarde ya me viste
y te vi yo, cuando enlazamos
las vidas como yedras
por el olmo
primaveralmente renacido.
Con los ojos me viste
llenos de luz y de deseo,
y tus dedos me vieron, y tu boca
nacer de nuevo
desde la pequeñez de un sueño roto
a las alturas
de las palabras vivas,
de tu abrazo y tu beso,
dulcemente.
Es la mirada del alma, Esa mirada que ilumina cada sentimiento, cada palabra.
ResponderEliminarBesazos